Para las mujeres, los niveles de hormonas naturales reducen, de la misma manera que la agudeza de su funcionamiento olfativo. El fragancia se asocia más con la estimulación sexual en las mujeres, más que en los hombres, por el hecho de que este sentido regula sus estados emocionales. Todos estos síntomas del envejecimiento, conjuntados con la carencia de disponibilidad de parejas sexuales en su propio grupo de edad, pueden reducir la intensidad del deseo sexual que muchas mujeres sienten más tarde en la vida. Mas sería un fallo meditar que estas son las razones primordiales por las que muchos miembros de los dos sexos abandonan su sexualidad en sus años otoñales. Muchas veces las esposas se desatienden y él las halla, mudando el pañal del bebé, dándole de comer a sus hijos, ayudando a los pequeños a recoger los juguetes o bien haciendo las tareas, al paso que todos estos quehaceres los podrían haber hecho cuando el esposo trabajaba.
Sabes a qué me refiero, ¿cierto??
Otro caso afín pero diferente es el de la mujer que forma de esos harenes que conforman ciertos lideres quienes tienen múltiples mujeres a veces separadas a veces juntas, donde todas y cada una saben que hay otras pero aceptan esa libertad del líder porque adhieren a él con el espíritu extremo que caracteriza a la mujer. Después, ha de dejar otra vez el montón tal cual lo halló, en la mesa y boca abajo. Se solicita ahora a un quinto espectador (si lo hay; si tienes a menos gente, puedes ir repitiendo colaboradores) que vaya pasando las cartas de este montón de una en una, desde arriba y dándoles la vuelta encima de la mesa, a fin de que mientras que tú estás de espaldas, el cuarto espectador, que ha elegido esa carta sólo pensada, vaya contando mentalmente hasta llegar a su carta y se quede con qué situación ocupa sin decírselo a absolutamente nadie. Vete haciéndolo en casa con tu baraja a fin de que veas que toda esta parrafada no es en realidad una acción difícil.
Don José María Arboleda escribió en el órgano (sic) de la Academia de Historia de Popayán una sápida crónica sobre un crimen pasional que se cometió en la ilustre ciudad en la segunda mitad del siglo XVI. En 1557 el aire era aún respirable y la atmósfera no había padecido todavía la tufarada putrefacta del progreso. La etapa más dura de la Conquista terminaba de pasar y los vecinos ya podían dormir sin temor a ser asaltados por los dueños de la tierra. Como es lógico se puede practicar Yoga, en este caso Tantra o Kundalini, alimentándose de cualquier forma y con los vicios que consideramos normales en la sociedad, eso no es un impedimento y sirve de todas formas. Además de esto, cualquier manera de vivir la pareja o bien las relaciones es válida… si se es feliz. El asunto importante en las experiencias que podamos vivir es la posibilidad de aplicar un procedimiento para elevar el nivel de vibración y gozar mejor de la sexualidad, de la vida y de las relaciones humanas, de ahí que puede ser útil y ayuda mucho conocer estas recomendaciones.
Una tarde en el circo
Si nuestra protagonista considera que el inconveniente es no tener pareja sin entender lo más profundo, tratará de aliviar su dolor buscando parejas o bien haciendo lo imposible para que el ex novio regrese, mas si la causa de su soledad se debe a alguna asociación negativa como lo hemos visto a lo largo de estas páginas, al poco tiempo (cuando se pase el efecto del acetaminofén sensible) volverá a estar sola, volverá a fallar en el amor tal como regresa la fiebre no diagnosticada después de que el efecto del acetaminofén ha pasado.
Si algo que debemos tener claro es que la homosexualidad no es ni una enfermedad, ni muchísimo menos es infecciosa, no se queja de una persona a otra y por consiguiente nadie va a poder convencer a otro de las bondades de convertirse en homosexual. De así creerlo sobretodo caballero, entonces apriete duro sus nalgas y compre su tapón anal, pues por allá vi escrito que los demonios entran por el ano; y usted dama sepárese de toda manifestación afectiva con otra mujer que puede ser tentadora y llevarnos ignominiosamente al pecado de la carne. De ser esto cierto, pues facilito, aquel que haya sido expuesto o bien inducido a la homosexualidad, expónganlo a un artículo de prensa o bien un programa de TV que ensalce la heterosexualidad y listo…curado de semejante perversidad. Si piensa que la cosa no es tan fácil de curar entonces déjese de pendejeras, que nuestros jóvenes (y mucho menos los adultos), no son banderolas que van mudando de orientación con cada nueva instrucción, en una suerte de ahora si soy, ahora no soy.
Solicitar disculpas no es sencillo. Reconocer el propio fallo no es sencillo. El ego personal tiene un peso, qué duda cabe, y muchas veces ese peso impide dar ese paso que nos deja enmendar el fallo cometido. Ejercitarse en el arte de saber pedir perdón es una labor que el que más y el que menos debería efectuar con relativa frecuencia. Para esto, es preciso poner en solfa la imagen que tenemos de nosotros mismos. Decimos con mucha seguridad que nadie es perfecto sin caer en la cuenta al decirlo que absolutamente nadie es nadie, o bien sea: que tampoco nosotros lo somos. En ese sentido, debemos desidealizar la imagen que tenemos de nosotros mismos, bajarla del pedestal en la que pueda estar colocada y ponerla al nivel que le corresponda. Al hacerlo, no obstante, vamos a deber eludir la autoflagelación excesiva o, lo que vendría a ser lo mismo, el caer en el extremo contrario al exceso de ego: la falta de autoestima.
El adicto a los juegos sadomasoquistas más extremos es algo como un adicto del dolor
Realmente, la sociedad moderna necesita reformar sus conceptos y actitudes respecto a la decencia y para esto, tiene que ser capaz de conciliar los aspectos positivos de la vida fácil y la liberación femenina , combinados a una sólida moral basada en el amor verdadero. Estimuladas todas estas zonas erógenas femeninas sin prisa y con sabiduría, lo más frecuente es que la mujer solicite, exija, suplique, demande, implore, requiera o bien solicite que la penetración, al fin, tenga lugar. Habrá llegado entonces el instante de buscar esa culminación que no será sino la llegada al punto de destino con el que el hombre soñaba cuando empezó su maravilloso viaje a través de las zonas erógenas de la mujer. Cada vez que puedas tómale de la mano, dale un pequeño abrazo, acaricia su mentón, o tómala de la cintura. Si hay un sentimiento mutuo ella se va a dejar demostrándote que vas por buen camino, y si ella de por sí no quiere ni un abrazo o bien no permite que la tomes de la mano, es mala señal. No pierdas tiempo y sepárate ya antes que acabes con el corazón herido y con menos dinero en el bolsillo.
Desmitificando la idea de príncipe azul
Ciertas personas utilizan la saliva como lubrificante, olvídalo. Se seca de manera rápida y no hace nada por el receptor. Podría marchar para calmar un tanto la fricción de un trabajo manual en un pene o un consolador, mas es ahí donde termina su utilidad. La saliva en sí no se sabe que es portadora del VIH. Sin embargo, es posible trasmitir las ITS si hay sangre en la saliva debido a cortes o bien llagas en la boca. La mujer y el hombre intercambian las posturas de sus piernas, esto es, la mujer junta las suyas y el hombre, que prosigue colocado encima, abre las suya. Al hacer esto, la presión que la vagina ejercita sobre el pene aumenta y la fricción entre los genitales femeninos y masculinos se hace mayor. El resultado directo de ese incremento de la fricción genital entre hombre y mujer es el incremento del placer tanto de uno como de otra., Hay mujeres que irradian sensualidad en cada uno de sus gestos. Aylen, esta guapa scort chilena de estilizado cuerpo teen y mirada enigmática, es una de ellas. Pronunciar el nombre de Aylen es nombrar un sinónimo de erotismo y placer. Cariñosa y candente, melosa y picante a partes iguales, esta joven te va a hacer vivir una experiencia fantástica en la que tus sueños se harán realidad. Para ello solo debes llamar por teléfono a Sugar Girls y preguntar por ella. Hazlo. No te arrepentirás.
El punto G es una zona de tejido esponjoso en la pared frontal de la vagina
¿Quién no ha oído charlar o ha visto este largometraje sobre putas interpretado por Richard Gere y Julia Roberts? Esta comedia batió records de taquillas y ha sido repuesta infinidad de veces en TV. Si el cuento de la Cenicienta que sueña con ser rescatada del planeta de la prostitución termina mal en el caso de la Cabiria felliniana, en el caso de esta producción made in Hollywood dirigida por Garry Marshall no puede terminar mejor: la entrañable puta que se gana la vida en las calles de Los Ángeles consigue conquistar el corazón de un rico hombre de negocios. No les diré que siempre y en todo momento fui la persona segura de sí misma que se divierte escribiendo estas páginas. Cuando los hombres van pasando por nuestra vida más veloz que los colectivos de la línea 132, una se empieza a preguntar si el inconveniente es propio. ¿Quién no se dijo: ya pasé los 30 y la mercancía sigue sin vender; quizás tenga que cambiar ciertas cosas?
Este es, tal vez, el mayor secreto sexual que los hombres buscan con desesperación a lo largo de su vida. En el mercado existen millones de métodos, mas la mayor parte es pura basura. El motor de la eyaculación es la excitación, la emoción. De ahí que, para no eyacular lo único que hay que hacer es respirar, tener calma, ir despacio, a fin de que sienta que te la follas con dedicación y para darle tiempo a tu cuerpo para que se tranquilice. No te preocupes, no va a ser la última mujer que te marchas a joder en la vida. Al sexo sólo le ponen objetivo los que pretenden algo. Ni siquiera el clímax y muchísimo menos la penetración son una meta digno del sexo. Me explicaba un día un amigo que lo completo implica que nada queda fuera, lo completo lleva consigo el que no haya un origen ni un destino, sólo un tránsito. Nada cerrado puede ser tampoco completo.